El cirujano de las estrellas del ballet

Quizás el nombre de Justin Howse no te diga nada. Pero si te gusta el ballet, tienes que conocer su historia. Este británico nacido en 1929 es conocido por su fama como cirujano ortopédico de bailarines, actores y atletas de alta competición. La primera bailarina británica, Margot Fonteyn, o la actriz Judi Dench estaban en su listado. Incluso atendió las lesiones del bailarín ruso Rudolf Nureyev, para mí el mejor de todos los tiempos y quien falleció de SIDA, de quien decía que tenía una constitución excepcional para recuperarse de las habituales complicaciones funcionales surgidas por la práctica del ballet.

Posteriormente se convirtió en el asesor médico del Royal Ballet de Londres y de su escuela, y en su larga trayectoria atendió a estrellas internacionales de la danza como Michael Somes, Anthony Dowell, Antoniette Sibley, Merle Park o Lynn Seymour. Es decir, lo mejor de lo mejor.

¿Por qué era tan bueno este doctor? Pues porque supo innovar en el tratamiento de las lesiones habituales de los jugadores de críquet; también estudió a fondo las manos y brazos de los jugadores de bádminton o los de los músicos, y todo eso lo aplicó al mundo del ballet. Sobre todo rompió con otros especialistas en ortopedia al recomendar recurrir a la fisioterapia y a una mejor formación del propio paciente en lugar de optar por la cirugía.

Muchos bailarines de renombre reconocían que con Howse aprendieron a cuidar sus músculos y tendones, no precipitando el regreso al escenario después de lesiones graves. De esta manera se hizo un hueco en el Olimpo de los bailares de ballet. Howse fundó a comienzos de los 80 el primer centro británico especializado en la lesión de danza, la reputada clínica de Harley Street en Londres.

Prevención de lesiones

En 1988 fue coautor de Técnica de danza y prevención de lesiones, un libro básico para cualquier persona que quiera aprender mucho de este tema. Howse falleció a finales del 2013 en Londres, aunque dejó un legado muy importante. Incluso tenía un lado de profesor, ya que también investigaba la aptitud física de cada niño que solicitaba ingresar en la escuela e inspiró el modelo del personaje del médico que actúa en el filme Billy Elliot. Una de mis películas favoritas y que no me canso de ver nunca.

Mi hija practica ballet y recuerdo que en una ocasión cuando aumentó mucho de peso por problemas de salud, decidió llevarla a la clínica Artestetica y mediante un sencillo tratamiento adelgazó lo que necesitaba para seguir haciendo lo que más le gustaba. Con esto quiero demostrar que en ocasiones ballet y cirugía estética tienen que ir de la mano. Está claro que se trata de una actividad muy sacrificada y toda ayuda es bienvenida.

Para terminar os dejo con una frase que dijo este famoso doctor, “Para prevenir las lesiones de los futuros bailarines, todos los maestros de ballet deberían tener un conocimiento básico de la anatomía humana”. Una masiva que creo que todos los que pertenecen a este mundo deberían conocer.

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