Escogimos Aranjuez para hacernos una sesión de fotos para nuestra futura boda. Es una bella ciudad famosa por tener un palacio real, unos jardines y un casco histórico bastante bien conservado. Además, sus paisajes son realmente bonitos.
Aranjuez un mágico marco
Para hacernos las fotos teníamos bastantes opciones, contando incluso con la posibilidad de que un buen amigo nos hiciese las fotos de manera totalmente amateur hasta buscar a un profesional. Aunque la más barata era la de nuestro amigo, decimos no recurrir a ello porque quizás sería una excesiva presión para alguien que nunca había fotografiado una boda como encargo.
Decidimos que había que gastarse un poco más de dinero si quieres un trabajo profesional y que realmente sea un bonito recuerdo de tu enlace. En particular nosotros rico buscamos por internet, fotógrafos que pudieran hacernos un buen trabajo y nos causó una grata impresión la web de Luisoliva.com
Las fotos que hacía eran bastante bonitas con buen gusto y eso fue principalmente lo que nos anima a contactar con él. Cuando hablamos con él nos sorprendió gratamente su amabilidad y las ganas de realizar un trabajo lo más profesional posible.
Quedamos en hacernos unas fotos en el casco de viejo de nuestra ciudad para conocernos algo que cada vez es más importante del mundo a la fotografía. Después decidimos ya hacernos las típicas fotografías para el book de la boda, esto lo hicimos los jardines del Palacio de Aranjuez, lo curioso es que después de estar hora y media vimos como unos fuegos artificiales empezaron a sonar.
Un homenaje merecido
Desconocíamos que aquel día fuese algo especial, pero resultado que había un espectáculo de fuegos y un espectáculo que rendía homenaje al gran Enrique Morente. Así que decidimos quedarnos. Siempre nos gustó aquel mítico disco de Omega que hizo con Lagartina Nick y que era toda una mezcla innovadora entre la música de raíces andaluzas y el rock.
Aunque Triana dos décadas antes ya habían experimentado con el rock progresivo y el flamenco, la obra de Morente también es digna de disfrute. Un maestro que hace ya unos años que no está entre nosotros.
Así que decidimos quedarnos y disfrutamos mucho, además la noche acompañó, buena temperatura y nada de viento, por lo que perfecto para los profesionales y para todo el público que nos encontrábamos allí disfrutando de su arte.
Es curioso, pues días antes hablamos de que Morente y Triana estarían sonando en nuestra boda, y allí estábamos nosotros. Una noche de esas mágicas. El fotógrafo se quedó con nosotros a ver parte del concierto y nos tomó algunas fotos que guardamos como recuerdo.
A veces la vida te da sorpresas y las coincidencias aparecen de la manera más increíble. La boda transcurrió magníficamente, pero siempre nos acordaremos de aquella noche, que fue la última vez que fuimos a un espectáculo como solteros, ya que nuestras despedidas de solteros fueron bastante tranquilas al habernos ido con nuestros amigos a una tranquila casa rural de la provincia de Ávila.