El ballet ofrece múltiples beneficios para la salud. Esta disciplina puede practicarse desde una edad temprana (tres o cuatro años) en unos niveles bajos de dificultad.
Se trata de una expresión artística que mejora el equilibrio y la coordinación. En este artículo te explicamos los beneficios que aporta esta disciplina:
–Mejora la elasticidad: tanto la flexibilidad como la elasticidad son imprescindibles para ejecutar los movimientos de este baile.
–Ayuda a corregir la postura: los ejercicios como plie, grand plie, relevés y cambrés trabajan el movimiento de la postura. El ballet evita posibles futuras enfermedades de espalda.
–Relaja: el ballet relaja y libera adrenalina.
–Aumenta la concentración: esta disciplina mejora la concentración, la serenidad y la confianza. Durante la práctica del ballet, se recomienda la concentración para memorizar los movimientos a realizar.
–Fomenta el trabajo en equipo: bailar en grupo genera vínculos y valores como la empatía o la responsabilidad. En la danza clásica se trabajan valores tan importantes como el compromiso, la cooperación, la disciplina, el compañerismo y el trabajo en equipo.
–Elimina calorías: es una disciplina que evita la obesidad y ciertas enfermedades cardiovasculares.
–Tonifica los músculos: los movimientos que se realizan durante la clase del ballet clásico permiten endurecer los músculos y tonificar piernas, glúteos, abdomen y espalda.
Para practicar esta disciplina no es necesario tener condiciones físicas especiales. Pero es muy importante que las bailarinas tengan una alimentación variada y rica en vitaminas e hidratos de carbono.
Es un deporte muy exigente y para realizar las posturas hay muchísimas horas de trabajo constante y repetitivo.
Las bailarinas pueden lucir un maquillaje en tonos suaves, como nude y rosa empolvado tanto para sombras de ojos como coloretes y labiales.
Para practicar este deporte, se necesita el maillot, medias y un moño con redecilla. Paola Jordán, experta en danza en Decathlon España, explica que «surge como una propuesta de vestuario económico de la mano del coreógrafo George Balanchine, pero se descubre que es el mejor atuendo para las clases diarias por su simplicidad y claridad a la hora de corregir las líneas del cuerpo».
Ese uniforme se respeta sobre todo en edades muy tempranas. «Si todos llevamos el mismo uniforme, todos somos iguales», apunta Jordán.
En el caso de los adultos, se recomienda la ropa ajustada, para ver las líneas del cuerpo. Jordán considera que la licra es el mejor tejido para el maillot, «para así sentir sujeto el cuerpo y que no se baje la manga en ningún momento».
El maillot se usa sin sujetador y suele tener escotes amplios en la espalda, por lo que es fundamental que quede pegado al cuerpo.
«Es necesario que sea ajustado para poder ver las líneas del cuerpo y corregirlas durante los ensayos», dice la experta.
Es necesario llevar una ropa cómoda, ligera, sin costuras, elástica y transpirable. La falda es otra prenda que llevan las bailarinas en los espectáculos. Normalmente es muy ligera y confeccionada con tela de gasa.
Las zapatillas de ballet permiten realizar los movimientos correctos y se recomienda usar las zapatillas de tela. Por otra parte, las zapatillas de punta se usan para bailar sobre los dedos. En el mercado encontrarás una gran variedad de diseños.
La bailarina Marie Taglioni fue la primera en subirse a ellas para representar Las Sílfides, en 1832. Los expertos explican que antes las bailarinas utilizaban zapatos de tacón.
Desde elDiario.es informan que «para muchas bailarinas ponerse sus primeras zapatillas de ballet es un sueño. No obstante, también resulta un momento duro y doloroso. Con el objetivo de transformar este tradicional calzado, la marca valenciana DeVallet ha creado unas puntas con tecnología 3D que consiguen ser más cómodas para los pies».
Las bailarinas también pueden llevar accesorios. En la tienda Serrano Joyeros encontrarás unos pendientes ideales para un espectáculo de danza.
En esa actuación pueden llevar pendientes de plata con brillos, pero es importante que sean pequeños. Otro accesorio que no puede faltar en el vestuario de una bailarina es la gomilla de pelo para hacer el moño de ballet.
Se trata de un moño perfectamente redondeado y bastante tirante. El clásico es a la altura de la nuca, pero puedes subirlo hasta la coronilla, con raya en medio, con flequillo…
Para hacerlo es conveniente que tu melena no esté recién lavada. Utiliza un peine de cerdas naturales y ve cepillando tu pelo hacia atrás.
Puedes utilizar algún producto de fijación como gel o agua de peinado y recógelo con una goma en una coleta tirante.
Retuerce la coleta sobre sí misma en una espiral que después enrollarás sobre la parte donde la has anudado. Puedes recoger el moño con otra goma del pelo o con horquillas.
Para fijar bien todo el cabello, ayúdate de un cepillo de dientes y productos de fijación como gomina, laca, cera o agua de peinado. Por último, pulveriza laca sobre toda la cabeza y adorna el moño con un lazo.