El día en el que una persona contrae matrimonio es el más especial de su vida. Casarse es uno de los pasos más importantes que una persona debe dar a lo largo de su existencia y cuando decide darlo, hay una razón para la celebración y para la felicidad. Un momento así hay que vivirlo con intensidad, con alegría, con una sonrisa permanente que no desaparezca de nuestro rostro en mucho tiempo.
Para la celebración de una boda hay que ser originales. Hay muchas bodas que son idénticas y que no tienen un elemento diferenciador, por eso os recomiendo en este artículo que, si estáis pensando en contraer matrimonio, haya espacio en vuestras mentes para hacer algo diferente, que capte la atención de vuestros invitados y que les permita recordar el día de vuestro enlace para siempre.
Yo me casé el año pasado. Llevaba cinco años saliendo con la que hoy es mi mujer y pensábamos que era el momento. Así lo concretamos y, para el día de nuestra boda, queríamos que algún detalle de la misma se saliera de lo convencional, de lo tradicional. Por eso decidimos montar un pequeño espectáculo que guarda relación con el fascinante mundo de la música.
A ambos nos encanta la música. Hace algunos años yo tocaba la batería en una banda de rock and roll compuesta por varios de mis mejores amigos. Mi mujer era una de las vocalistas de otro grupo, en este caso del género pop. Teniendo en cuenta todo esto, decidimos invitar a ambos grupos para la celebración de un pequeño concierto en el restaurante después de la cena.
Todo el mundo disfrutó de la fiesta. Fue una celebración asombrosa, que sorprendió a muchos de nuestros invitados y que permitió que nos anotáramos un tanto con cada uno de ellos. Para mi mujer y para mí el concierto fue un momento especial porque reflejaba parte de lo que había significado nuestra vida y lo hacía además con esas personas junto a las que habíamos tocado y cantado en tantas ocasiones.
¿Qué mejores recuerdos que las fotografías?
Esta es una pregunta clave. Una fotografía es un recuerdo único, que además hace acudir a nuestra mente todo lo relacionado con el momento que inmortalizó: sensaciones, sentimientos, anécdotas… En el caso de una boda, obtener un buen conjunto de fotografías es elemental. Probablemente no haya un evento tan importante para nosotros como éste en nuestra vida y captar sus mejores momentos nos permitirá recordarlo con nitidez para siempre.
Con esto en mente, queríamos contratar a los mejores fotógrafos de boda para nuestro enlace. Las fotos tienen un valor sentimental enorme para mi mujer y también para mí, por lo que una de las primeras cosas en las que pensamos al decidir que queríamos casarnos fue en qué empresa se iba a encargar de nuestro reportaje fotográfico. Preguntamos a familiares y amigos y uno de estos últimos, Fran, nos recomendó que contactáramos con Lovely Photo, una entidad que ofrecía un servicio bastante completo y con unas fotografías de primer nivel.
Así lo hicimos y, efectivamente, nos percatamos del gran trabajo que se nos ofrecía desde dicha empresa. Todos los momentos del evento quedarían filmados: los preparativos, el enlace, la fiesta, el concierto de nuestros respectivos grupos musicales y también la postboda, en la que se tomarían fotos más íntimas, en un lugar diferente y durante un día posterior al evento y a la luna de miel. Este último tipo de fotografías se ha puesto muy de moda en la actualidad y, según lo que nos comentó Fran, trabajando con Lovely Photo nos asegurábamos que esas fotografías fueran absolutamente espectaculares.
Así pues, decidimos contratarles y, viendo los resultados, estamos muy contentos por haber tomado esa decisión. El reportaje fotográfico de nuestra boda es increíble porque revela cada momento y cada detalle con una calidad que nos permite trasladarnos al momento y al lugar de nuestra boda una vez más. El álbum de fotos nos acompañará a lo largo de toda nuestra vida y será el mejor recuerdo que tengamos de un enlace que marcó, marca y marcará nuestras vidas.